Los cítricos son plantas muy comunes en España y en Italia, especialmente en las regiones del sur que cuentan con un clima más adecuado para su cultivo. A pesar de esto, es posible encontrar limoneros o naranjos incluso en el norte, generalmente cultivados en macetas para protegerlos mejor durante el invierno.
Los limones, naranjas, mandarinas, kumquats y cidras son todas especies de cítricos aptas para cultivar en macetas. Estas plantas perennes son muy bonitas desde el punto de vista estético y se pueden mantener en dimensiones contenidas gracias al cultivo en macetas, lo que permite trasladarlas a zonas protegidas cuando hace demasiado frío.
Para que la planta crezca sana y fuerte, es necesario transferirla periódicamente a una maceta más grande que la anterior. De esta forma, se garantiza el espacio necesario para las raíces y tienes la oportunidad de renovar la tierra y fertilizar la planta correctamente, aportándole todos los nutrientes necesarios para seguir creciendo y dando frutos.
La elección del suelo es muy importante. Cuando cambias a una maceta más grande, necesitas usar más tierra, enriquecida con nutrientes. El sustrato ideal para los cítricos debe ser apto para plantas acidófilas, drenante y con una cantidad media de materia orgánica.
Existen suelos específicos en el mercado para cítricos, pero también es posible preparar el sustrato de forma independiente, mezclando arena de río, tierra de jardín y turba. Usar tierra real del campo puede ayudar a traer microorganismos a la maceta. Sin embargo, dado que la turba no es muy sostenible, es preferible utilizar un sustrato a base de fibras de coco como alternativa.
En conclusión, el trasplante de cítricos es una operación fundamental para asegurar el correcto crecimiento y fructificación de la planta. Al usar el suelo adecuado y seguir las técnicas de cultivo correctas, puede garantizar una vida larga y saludable para las plantas de cítricos cultivadas en macetas.
EL SISTEMA ROOTHUS
