Preparar tierra para macetas puede ser una tarea que requiere algo de atención y cuidado. Antes de trasplantar, de hecho, es necesario preparar el nuevo contenedor, pero sobre todo el sustrato que albergará las plantas. Este debe elegirse de acuerdo con la especie a trasplantar, para garantizar el mejor crecimiento posible.
Las plantas aromáticas y medicinales, por ejemplo, requieren un suelo particular, caracterizado por una consistencia suelta y drenante. Sin embargo, no hace falta que sea especialmente rica en nutrientes: al contrario, son plantas humildes que se conforman con pocas cosas. Por eso es recomendable elegir una tierra específica para hierbas aromáticas o diluir la universal con tierra de campo y un poco de arena.
También es importante abonar el sustrato, aunque las plantas aromáticas no sean especialmente «glotonas» en cuanto a nutrientes. La presencia de materia orgánica, de hecho, es esencial para mejorar las características del suelo y para nutrir la planta durante su crecimiento. Cabe recordar que los aromáticos se benefician de una variedad de elementos, presentes con moderación.
El nitrógeno, por ejemplo, es uno de los elementos básicos de los fertilizantes, pero nunca debe estar en exceso. Si esto sucediera, de hecho, podría estimular la producción de hojas en detrimento de su calidad. En este caso, el resultado serían hierbas aromáticas exuberantes pero poco robustas y sobre todo poco aromáticas, con menor concentración de aceites esenciales.
Por ello, es recomendable utilizar un buen compost maduro, limitando el uso de turba (tanto por motivos ecológicos como para no acidificar demasiado el suelo) y gallinaza (que, aunque rica en nitrógeno, podría estar demasiado concentrada) .
EL SISTEMA ROOTHUS
